Últimamente parezco el conejo de Alicia en el País de las Maravillas, siempre mirando el reloj y sin quitarme de encima la sensación de llegar tarde a todas partes. De hecho, realmente pensaba que no sería capaz de publicar nada para hoy y andaba bastante "mosqueada" por ello. Afortunadamente, la llegada de una nueva inquilina (una Barbie City Shopper a la que he bautizado como Donna), me vino como caída del cielo para protagonizar una entrada con un toque... diferente.
Ya os he hablado alguna vez de los problemas que tuve para aceptar mi nueva talla después de un tratamiento intensivo con corticoides. Llegué a odiar ir de compras y entrar en un probador se convirtió en una auténtica tortura hasta hace relativamente poco. Sin embargo, como se suele decir, cuando una puerta se cierra otra se abre, y en este caso para mí se abrieron las de una tienda que hasta entonces sólo había sido el lugar donde mi hermana pequeña se compraba prácticamente toda su ropa. En su interior, lo que estaba "in", las tendencias de la temporada e incluso la talla perfecta dejaron de tener importancia: aquellas prendas que me parecían collages de cortes asimétricos me hacían sentir más joven, más alegre y optimista, más... "mi yo de antes", y no pude más que enamorarme de ellas y dar las gracias por su existencia. Por supuesto, estoy hablando de la ropa de Desigual, y en concreto, de la tienda sita en la calle Columela, en el centro de Cádiz.
A ver, para gustos están los colores y entiendo que hay gente a la que esta marca no les va y punto (curiosamente, mi marido estaba entre ellos, y ahora hasta insiste en que me compre tal o cual vestido), pero para mí Desigual se ha convertido casi en mi seña de identidad, y es muy raro el día en el que no llevo algo, aunque sea uno de sus bolsos o pañuelos, que le de un toque divertido a mi look.
Así que cuando Donna llegó a casa con ese colorido vestido, supe que el lugar perfecto para hacerle su primera sesión de fotos sería en mi tienda favorita, y allí nos dirigimos cámara en mano, acompañadas de mis dos hermanas. Lo cierto es que tuve problemas en cuestión de iluminación, y las voluminosas pestañas de mi nueva chica no ayudaron mucho que digamos. Además, su cuerpo model muse no da para muchas posturas. De todas formas, a mí me parece preciosa...
Como siempre, la bienvenida que nos brindaron en la tienda fue cariñosa y alegre, y es que el personal es de primera; gente simpática, profesional, servicial... Da igual si entro sólo a mirar o voy a comprar, siempre acuden para encontrar el modelo o la talla que busco, para sugerirme alguna novedad que saben que me va a gustar o simplemente, para preguntarme qué tal me va todo. De hecho, cuando les pedí permiso para fotografíar a Donna accedieron de buena gana e incluso me ayudaron con alguna que otra foto.
Está realizado con una etiqueta de Desigual y es bastante fiel a su estilo, así que Donna no lo dudó un instante y decidió llevárselo.
Bueno, espero que hayáis disfrutado de esta entrada algo improvisada, ¡y es que casi dan las dos de la tarde y todavía no la he terminado! Uf, qué semana de estrés llevo... menos mal que esta tarde mi marido y yo nos vamos de spa con Acerico y su pareja, y por supuesto llevamos a algunas de nuestras niñas con nosotros, así que ya os contaremos...
Ya os he hablado alguna vez de los problemas que tuve para aceptar mi nueva talla después de un tratamiento intensivo con corticoides. Llegué a odiar ir de compras y entrar en un probador se convirtió en una auténtica tortura hasta hace relativamente poco. Sin embargo, como se suele decir, cuando una puerta se cierra otra se abre, y en este caso para mí se abrieron las de una tienda que hasta entonces sólo había sido el lugar donde mi hermana pequeña se compraba prácticamente toda su ropa. En su interior, lo que estaba "in", las tendencias de la temporada e incluso la talla perfecta dejaron de tener importancia: aquellas prendas que me parecían collages de cortes asimétricos me hacían sentir más joven, más alegre y optimista, más... "mi yo de antes", y no pude más que enamorarme de ellas y dar las gracias por su existencia. Por supuesto, estoy hablando de la ropa de Desigual, y en concreto, de la tienda sita en la calle Columela, en el centro de Cádiz.
A ver, para gustos están los colores y entiendo que hay gente a la que esta marca no les va y punto (curiosamente, mi marido estaba entre ellos, y ahora hasta insiste en que me compre tal o cual vestido), pero para mí Desigual se ha convertido casi en mi seña de identidad, y es muy raro el día en el que no llevo algo, aunque sea uno de sus bolsos o pañuelos, que le de un toque divertido a mi look.
Así que cuando Donna llegó a casa con ese colorido vestido, supe que el lugar perfecto para hacerle su primera sesión de fotos sería en mi tienda favorita, y allí nos dirigimos cámara en mano, acompañadas de mis dos hermanas. Lo cierto es que tuve problemas en cuestión de iluminación, y las voluminosas pestañas de mi nueva chica no ayudaron mucho que digamos. Además, su cuerpo model muse no da para muchas posturas. De todas formas, a mí me parece preciosa...
Como siempre, la bienvenida que nos brindaron en la tienda fue cariñosa y alegre, y es que el personal es de primera; gente simpática, profesional, servicial... Da igual si entro sólo a mirar o voy a comprar, siempre acuden para encontrar el modelo o la talla que busco, para sugerirme alguna novedad que saben que me va a gustar o simplemente, para preguntarme qué tal me va todo. De hecho, cuando les pedí permiso para fotografíar a Donna accedieron de buena gana e incluso me ayudaron con alguna que otra foto.
Con fotos como esta, se entiende por qué el molde Steffie es mi favorito...
Donna se volvió loca cuando, entre los bolsos, encontró uno a escala 1:6.
Está realizado con una etiqueta de Desigual y es bastante fiel a su estilo, así que Donna no lo dudó un instante y decidió llevárselo.
Bueno, espero que hayáis disfrutado de esta entrada algo improvisada, ¡y es que casi dan las dos de la tarde y todavía no la he terminado! Uf, qué semana de estrés llevo... menos mal que esta tarde mi marido y yo nos vamos de spa con Acerico y su pareja, y por supuesto llevamos a algunas de nuestras niñas con nosotros, así que ya os contaremos...
¡Besos para tod@s y feliz fin de semana!