viernes, 27 de febrero de 2015

On the Red Carpet 2015

Sábado 14 de febrero - Casa de Rossetti

-De esta no salimos bien parados, lo sabes ¿verdad?- dice Acerico mientras rebusca en la caja de plástico rosa que Rossetti acaba de plantar en la mesilla, frente al sofá donde están sentados.

-A ver, nos estamos ateniendo a la tercera condición del ultimátum. "Los Óscars se acercan y al menos una de nosotras debe estar allí para representar a Barbieholics", eso pedían literalmente. Al final vamos a llevar a dos, y encima bien acompañadas... ¿y van a quejarse por un nimio detalle? -respondió ella, mientras revisaba las pequeñas bolsas de plástico que Acerico acababa de extender a su alrededor.

-Creo que apañarles dos vestidos de tu colección de RBA para pisar la alfombra roja con ellos no es precisamente un detalle "nimio". Además, son para cuerpo fashionista, y no tienen un acabado de mucha calidad. -precisó Acerico.

-¿Cuánto hace que no coges una aguja? Porque yo ya ni me acuerdo. No tengo ni el tiempo ni la habilidad para empezar un diseño desde cero y tenerlo acabado antes del sábado. Los estrechamos con unas puntadas y les damos un retoque aquí y allá para que no desentonen demasiado. ¿Con cuál te quedas? Yo con el de Nueva Zelanda. Demasiado rosa, demasiado tul y demasiado vuelo. Le diré a Baabi que se trata de un homenaje a la Barbie de los 80, que ahora está muy de moda -Rossetti agitó el abultado vestido en el aire para enseñárselo a su mejor amigo.

-Yo con el de Bélgica. Demasiado amarillo, demasiado tul y demasiado anticuado. Pero va a pasar por un homenaje a los diseños de los años 50. Con un peinado a juego, seguro que a Madison le convence -le respondió el, algo más animado.

-Como dirían nuestras chicas, ¡volvamos al tajo!


Viernes 20 de febrero - Casa de Acerico

-Mmm... ¿Estás seguro de que se puede ir a los Óscars vestida de amarillo? ¿Eso no daba mala suerte?

Madison contemplaba el vestido dubitativa. Definitivamente no sabía qué pensar.

-Penélope Cruz en el 2005, Michelle Williams en el 2006, Jane Fonda en el 2013... todas ellas han pisado la alfombra roja vestidas de amarillo -recitó Acerico, casi como una plegaria.

-¿Jane Fonda? -la eterna sonrisa de Madison pareció ensancharse. -No me digas más... me has convencido. Nada de lo que la Fonda haga puede estar mal.

-Gracias San Google -murmuró Acerico con un suspiro.


Viernes 20 de febrero - Casa de Rossetti

-Ya sé que es tu época favorita, que si pudieras viajar en el tiempo volverías a aquellos días en que nuestras cajas eran de color rosa Pantone, pero ¿de verdad tengo que ponerme ESTO?

Baabi señalaba el voluminoso vestido, intentando sin éxito no parecer alterada.

-A mí me parece que ha quedado bastante bien. No serías la primera en pisar la alfombra con un vestido rosa, uno de tul o uno de inspiración princesa.

-No. Seré la primera en hacer todo eso de una sola vez.¡ Qué vergüenza!

-Puedes decir que lo haces en defensa de Barbie como icono. Ya sabes que las noticias sobre el futuro en Mattel no son muy halagüeñas.

-Es cierto -Baabi ladeó la cabeza, y Rossetti intuyó que ya estaba preparando su discurso de reivindicación ante la prensa.

-Además, no irás sola.

-Lo sé, Madison también viene.

-No hablo de Madison. Te he conseguido una invitación de más. Deberías terminar ya de hacer el equipaje. Brandon debe estar a punto de llegar.

-¿Brandon? ¡Ay, Dios mío, y yo con estos pelos!

Baabi salió corriendo escaleras arriba, y Rossetti supo que el vestido había dejado de importar.


Domingo 22 de febrero - Dolby Theatre, L.A. 

-Chicas, estáis absolutamente impresionantes -dijo Adam, lanzando una apreciativa mirada a Madison.

-No puedo estar más de acuerdo -afirmó Brandon, tomando a Baabi de la cintura.

Y puede que no llevaran los vestidos más glamourosos, pero nunca se habían visto sobre la alfombra roja dos chicas más resplandecientes de felicidad.



























¡Besos para tod@s y feliz fin de semana!



viernes, 20 de febrero de 2015

Decíamos ayer...

Bueno, no fue precisamente ayer. Hace ya casi un año que mis problemas de salud me han mantenido apartada de la blogosfera. Para colmo, este curso han cambiado la web del cole, y adivinad a qué profe con conocimientos de informática tirando a básicos le está tocando configurarla a marchas forzadas...

Durante este tiempo, he leído libros (el recuento del año ha ascendido a 32), he visto películas, he preparado clases y corregido exámenes... Sin embargo, mi vida en la red, incluyendo las visitas a vuestros blogs, ha sido casi inexistente. Supongo que ya tenía que pasar demasiado tiempo delante de la pantalla por obligación como para hacerlo por devoción. Espero que me lo perdonéis.

Y no sólo os he dejado abandonad@s a tod@s vosotr@s, sino que apenas he tocado una muñeca en meses. Todos los días me acercaba a sus estanterías, pero las admiraba desde una prudente distancia. Así que el ultimátum del pasado sábado no sólo no me extrañó en lo más mínimo, sino que no puedo más que darles toda la razón a nuestras chicas y acceder a todas sus peticiones (a ver, lo del crucero Fashionista me lo estoy pensando todavía, pero guardadme el secreto porque si se enteran se me ponen todas en pie de guerra otra vez).

Las entradas de las próximas semanas están realizadas con las fotografías que tenía preparadas antes de mi operación y que no llegaron a ver la luz. Las de hoy, sin embargo, son una excepción. Las hice estando aún de baja y su pobre resultado no hizo más que confirmarme que no estaba en condiciones para seguir con el blog. 

En fin, voy al lío que como siempre he escrito la tercera parte del Quijote... Os presento a Fátima, mi preciosa Barbie Quiero Ser... Enfermera




Fátima fue un regalo de una de mis amicompis del cole, por supuesto bautizada en su honor. Vino a verme mientras estaba convaleciente y la traía como regalo. Su gesto me emocionó muchísimo, y es que Fátima (la de carne y hueso) es un amor de chica, una excelente compañera y una de esas personas con las que puedo pasar horas y horas sin aburrirme.




No me negaréis que a pesar de ser play-line, la chica tiene un primer plano impresionante. Para entretenerme, probé a sustituir el uniforme de enfermera por un conjunto inspirado en el estilo de la Fátima 1:1: unos cómodos vaqueros, colores alegres, un broche en forma de flor y un bolso lo suficientemente grande como para meter todos los "trastos" del cole, además de unas Converse, de las que es fan incondicional. 

Como ni podía salir a la calle, ni tenía movilidad para montar un fondo, tuve que apañarme con una sosa foto en el patio (parcheada en el editor de imágenes)...




Y con otra tirando a surrealista delante de mi propia versión de la Noche Estrellada de Van Gogh.




Y hasta ahí llegó mi capacidad artística la pasada primavera... Pero prosigamos. De niña, mi amicompi Fátima era toda una barbiehólica. De hecho, tiempo antes de mi operación, me regaló su Barbie de la infancia (una Hollywood Hair de 1992) y un par de vestidos ochenteros espectaculares. Todo estaba muy jugado, quizá no en las mejores condiciones, pero enseguida tuve claro que con un poco de trabajo podría devolverle a ese pequeño tesoro algo del esplendor de su pasado. 

Sin embargo, si algo tuve claro, era que tras la restauración, aquella muñeca volvería con su dueña, ya que de nuestras conversaciones pude deducir lo mucho que había significado para ella, y no me parecía ético quedármela aunque Fátima insistiera en ello.

Así que, antes de que el curso tocara a su fin, hice un esfuerzo y me puse manos a la obra con la tercera Hollywood Hair que cae en mis manos (podéis ver la primera y la segunda aquí y aquí), en un intento de agradecerle a Fátima todo su apoyo. La pobre muñeca se había pasado años peinada a lo Bob Marley, y tenía el pelo hecho cisco...




 Tras deshacerle las trenzas, empecé a dudar de si podría desenredar aquella caótica melena. 




Un lavado a fondo, un cuarto de bote de suavizante e infinidad de tirones después, la renovada melena de Holly lucía otra vez llena de brillo... aunque algo ondulada.




Para disimular la deformación de la parte superior de la melena, improvisé una trenza-diadema.

 


Fátima quedó tan satisfecha con el resultado, que se ha animado a preparar una entrada tete-a-tete con la que escribe y que pronto os enseñaré, sobre nuestra pasión compartida por el cine.

Y hasta aquí la entrada de hoy, que reconozco es bastante sencilla pero espero que hayáis disfrutado igualmente. La semana que viene pondré más carne en el asador, ¡prometido!

Sin embargo, antes de terminar, me gustaría daros las gracias a tod@s l@s que os habéis interesado por mi salud en este tiempo, y l@s que me habéis animado a volver... ¡espero que por mucho tiempo!


¡Besos para tod@s y feliz fin de semana!



sábado, 14 de febrero de 2015

Ultimátum

Interrumpimos la inactividad de este blog para difundir unas impactantes imágenes enviadas esta misma mañana a nuestra redacción.





-Qué no, qué no pienso cambiarme la boina por una media negra. Vale que tenga que llevar este horroroso uniforme verde, pero nadie me va a impedir hacerlo con estilo. Además, la boina hace juego con mis botines Basics.



-Son monísimos, ¿verdad? ¿Cómo? ¡¿Qué estamos grabando ya?! Vale, respira hondo. Tranquila, Gema. Digo, tranquila, muñeca anónima.



Este es un mensaje para Acerico y Rossetti. Os habla el Frente de Liberación Barbiehólica. Hemos hecho un cartelito muy cuqui y todo.




-Yo voté por escribir las letras en rosa en lugar de en verde, pero no me dejaron. ¡Al menos pude poner corazones en las íes, que hoy es San Valentín! ¡Cariiiiiiii, te quierooooooo! Vale, vale, al grano, ¡qué pesadas sois ahí atrás! ¡Pues hacedlo vosotras! Ejem. Sigo. Vuestras niñas llevamos casi un año sin ser cambiadas de ropa, fotografiadas, mimadas y/o presentadas como es debido.


 -Hasta ahora, hemos sido pacientes con vuestros irrelevantes... perdón, quiero decir... "importantes" asuntos de trabajo, salud, o lo que sea que os haya tenido fuera de la órbita blogomuñequil. ¡Pero ya es hora de que volvais al tajo!




-¡Se acabó eso de pasar por nuestro lado y quedaros mirándonos como pasmarotes! ¡Queremos ropa! ¡Queremos complementos! ¡Queremos fotos, por amor de Dios! ¿Es tanto pedir? Nosotras pensamos que no. Así que he aquí nuestras exigencias.



 -Primera: Este viernes Barbieholics se actualiza sí o sí. Y a partir de ahora sera así como mínimo dos veces al mes, ya os repartís vosotros como queráis. Segunda: Las chicas nuevas deben ser presentadas, aunque se mantendrán las secciones habituales, no penséis que os vais librar de las veteranas tan fácilmente. Tercera: Los Óscars se acercan y al menos una de nosotras debe estar allí representando a Barbieholics. Esta petición es anónima. 




-¿Lo ves Baabi? ¡Me he acordado! Y tu que creías que iba a meter la pata, desde luego qué poco confiais en mí... ¿Por donde iba? Ah, cuarta: Puestos a pedir, el club de las Fashionistas queremos irnos de crucero este verano. He dicho. 




 -Sabemos donde vivís y creednos, con esta cara de no haber roto un plato que tenemos os prometemos que podemos ser peores que Chucky, Anabelle y el payaso de Poltersgeist juntos. ¡Tenéis de plazo hasta este viernes! Además, ¿a quién queréis engañar? Tenéis mono muñequil...




-¡Y LO SABÉIS!