Feria de San Antonio 2011 - 2x1

A mí lo de ir a la feria como que no me va mucho. No es que tenga nada en contra, ni mucho menos, es una cuestión de dignidad... o de no perderla, más bien. Y es que claro, para disfrutar de la feria como es debido, aparte de beberte un rebujito que otro, lo suyo es pegarte una sevillana con arte. Y de eso no ando yo muy sobrada. Soy más lacia que el perejil de San Pancracio, y aunque tengo bastante oído, mi sentido del ritmo es nulo y tengo un problema gordo de lateralidad, por lo que tengo que pensar dónde está mi derecha o mi izquierda todo el rato. En fin, un espectáculo que doy cuando bailo, pues como diría el gran autor de carnaval Selu García Cossio, "mato al gusano, mato al gusano, y enrosco la bombilla con una mano". Que a sosa no me gana ni una dieta para hipertensos, vamos.

Pero claro, cuando las chicas se enteraron de que en estos días se celebra la Feria de San Antonio donde vivimos, no quisieron perdersela. Sobre todo, cuando Gema les explicó que ir de feria implica lucir esas obras de arte textiles que son los trajes de flamenca, faralaes o como queráis llamarlos.

Solo la idea de diseñar un traje de flamenca me daba miedo. Una se imagina algo a lo Vittorio y Luchino, y luego resulta que las escasas habilidades con las que cuenta te permiten sólo eso: imaginar. En principio pensé ir a lo más sencillo: un top y una falda larga de corte sirena con un remate de volantes. Pero para variar, las cosas no salieron como las planeaba. Decidí utilizar como modelo a Pat, sobre todo por su tono de piel. Escogí la tela de una vieja camisa a rayas y me puse manos a la obra. Y en plena sesión de "fitting", la chiquilla me suelta: "Pues vaya trabajo que te vas a pegar para sólo un día. Es una pena que estos trajes sólo puedan usarse para este tipo de fiestas". Esa frase tan obvia cambió mis esquemas, y condicionó mi diseño.

Para empezar, un traje palabra de honor (vaya sorpresa, ¿eh?), con encaje adornando los costados y cinco series de volantes que combinan con los tonos del cuerpo principal. Completa el conjunto una cinta de flecos, una peineta, una flor de tela y zapatos Basics. Disculpad la calidad de las fotos, pero mi cámara no da para más ni usando el trípode.

Y sí, ese volante es el cuello de la camisa en cuestión, y como se trataba practicar la eco-moda...

Y ahora llega la segunda opción: quitas el bajo de volantes, cambias los flecos por un chal de encaje y un collar, y conviertes la flor en un tocado. Voilà! Ya puedes aprovechar el traje para asistir a alguna cena o celebración especial.