
Como expliqué en la entrada que inauguraba este blog, de mis Barbies de la infancia sólo conservo a mi querida Princesa Laura. Llevaba muchísimo tiempo queriendo conseguir al resto de mis compañeras de juegos, pero normalmente estaban a unos precios que no podía ni quería permitirme, y alguna que otra ganga se me escapó en el último momento. Sin embargo, hace unas semanas tuve un golpe de suerte.
Todo empezó cuando encontré un lote de ropa de Barbie, Ken y Shelly, que entre otros incluía el outfit casi completo (excepto zapatos y pantalones) de la Barbie Pink'n'Pretty (la primera que me trajeron los Reyes allá por 1984). El precio estaba genial (8 euros), el problema es que no sabía si encontraría la muñeca desnuda. Pero aquella era mi tarde, porque a los pocos minutos la localicé también por 8 euros. ¡No podía creerlo! Además nada de pujas, podía comprarlo todo con solo pulsar un botón. Y claro que lo pulsé...
La muñeca y la ropa llegaron con sólo un día de diferencia, y enseguida activé el protocolo de adecentamiento: detergente para prendas delicadas para la ropa, lavavajillas y mascarilla del pelo para la muñeca. Cuando terminé, me emocionó mucho volver a vestirla como más me gustaba:
Echo de menos estas Barbies que traían outfits para combinar: top, falda, pantalón, chal y dos toquillas, además de zapatos, pendientes, collar y anillo. Y por supuesto, cepillo, peine y espejo escala 1/6, aparte de un cepillo un poco más grande para peinarlas... ¡Ay, qué tiempos aquellos! Ahora las Fashionistas no traen ni un triste peine. Y no están regaladas de precio precisamente...
Esta Barbie tiene una tez morenita (a mí me parecía que acababa de venir de la playa) y el pelo rubio dorado, de un tono más subido que el típico de Barbie. Como el único par de pendientes vintage que conservo los tiene mi Princesa Laura, le hice unos yo misma, además de un anillo a juego. Del collar me puedo olvidar... Los zapatos los conservaba: son los originales.
Bueno, volvamos a esa tarde en la que los astros se conjugaron para que yo recuperara un trocito de mi infancia. Y es que curioseando los otros lotes del vendedor del lote de ropa, por si encontraba algo que me gustaba, me topé con un lote de muebles de Barbie que incluía otra de mis pequeñas ilusiones: el Tocador Mágico, que llegó a mis manos el día de Reyes de 1985. Al ver el precio del lote (8 euros también) ni me lo pensé. Además, envío combinado... ¡Yujuuuuu!
El tocador llegó en muy buenas condiciones, apenas tuve que darle con un trapo y algo de limpiador multiusos. La tela del asiento no había perdido el apresto original, y estaba limpia, aunque también tuvo que pasar por un enjuague con el detergente del borreguito. El único problema es que las pilas llevaban puestas mucho tiempo y una de ellas se había pasado y rezumaba líquido. Lo limpié lo mejor posible, y mi marido me ha prometido que lo va a hacer funcionar... ¡Porque este tocador tiene luz y un secador! Uno de mis recuerdos de pequeña es de mi dormitorio a oscuras y mi tocador y el de mi hermana iluminando el estante de nuestras Barbies. Originalmente, el tocador traía un sinfin de cachivaches; yo he utizado el frasco de Ken Fragancia y algunos complementos de Chabel para darle un poco de vida.
Y claro, fue comprar el tocador y automáticamente vino a mí la imagen de la Barbie que llegó con él aquella mañana de Reyes: la Barbie Cara de Ángel, que terminó siendo una especie de paria entre nuestras muñecas. ¿La razón? Por aquella época, no era Mattel, sino la empresa española Congost, la que fabricaba y distribuía la muñeca en nuestro país. No he podido subir ninguna foto de ella, pero creedme, daba yuyu. Era extremadamente pálida, pero para mí eso no fue lo peor: me horroricé cuando al ir a peinarla, descubrí que escondidos debajo de su melena rubio platino, tenía dos gruesos mechones castaño oscuro. Supongo que Mónica Naranjo basó su popular look en esta Barbie, pero por entonces yo no estaba preparada para la impresión. Para rematar la jugada, y aunque el traje era una preciosidad, era de una sola pieza, y con lo que me gustaba combinar ropa, me resultó bastante aburrido.
Sin embargo, la fabricada por Mattel es mucho más bonita (bueno, al menos a mí me lo parece con respecto a mis recuerdos infantiles). Y cual no sería mi sorpresa, cuando aquella misma tarde y momentos después de adquirir mi Pink'n'Pretty y mi tocador, encuentro una Cara de Ángel de Mattel por 12 euros. Fuera de caja, por supuesto, pero a mí eso no me importaba. Llegó en buenas condiciones, aunque también pasó por el spa casero. Y éste fue el resultado...
No me negaréis que es una preciosidad. A pesar de haberle lavado el pelo, conseguí devolverle a la melena todo su brillo, y lo más importante... ¡sus tirabuzones originales! También copié el peinado, le busqué unos zapatos y le hice un anillo. Deseché la idea de los pendientes, ya que no trae las orejas perforadas.

El vestido, de inspiración victoriana, es una maravilla. Éste todavía conserva el camafeo original. Incluye tejidos como encaje, raso y antelina, que hoy en día sólo puedes ver en la línea Collector. Las play-line se tienen que conformar con tela de plástico cubierta de purpurina.
Me despido con la imagen que veía desde mi cama cada noche antes de acostarme... No os podéis imaginar la ilusión que me hace poderla contemplar de nuevo.
Mi próxima misión será encontrar un Ken y una Barbie Día y Noche que no se salgan de mi presupuesto. Esperemos que los hados de Ebay vuelvan a favorecerme...
¡Feliz fin de semana a tod@s!