
Fue una fiesta familiar, con mis tíos, mis hermanas, mi cuñado y mis padres, y lo cierto es que lo pasamos realmente bien. Comimos, bebimos, charlamos, reímos, y al final de la tarde, cuando los "mayores" se habían retirado, hasta hubo tiempo para cantar en un improvisado karaoke.
En mi anterior cumpleaños, mi hermana me sorprendió con una preciosa tarta de fondant, que podéis ver aquí. Este año se superó por completo, y si no, juzgad vosotr@s mism@s:
Así, vestida con un precioso traje de bizcocho y fondant digno de una princesa, conocí a Joana, una Barbie modelo "Quiero ser... diseñadora de moda", de 2012. A pesar de ser play-line, y de su extraño cuerpo semi-pivotal, es una chica preciosa y viene llena de detalles. Incluso me inspiró para crear este pequeño diorama de su estudio de moda en pleno centro de París.
En estos momentos la hemos pillado cortando unos patrones, tijeras en mano. Su mesa es uno de esos "caos ordenados", en los que telas, herramientas, inspiración y tecnología se mezclan al servicio del diseño.
Aparte de las tijeras y la tablet, Joana venía también con su imprescindible acerico cogido a la muñeca, y la cinta métrica colgada al cuello.
Está tan concentrada en su trabajo, que ni siquiera se da cuenta de que hemos llegado.
Pero enseguida se acerca para saludar, y por supuesto, para darnos libertad para curiosear a nuestro antojo.
La pizarra de corcho de la pared es uno de sus rincones favoritos. Allí es donde escoje y combina los mejores tejidos para su próxima creación.
La zona de almacenaje está bastante ordenada: Un cesto para los rollos de tela, un baúl para apliques y encajes, y una pequeña vitrina llena de lazos de distintos colores y anchos, así como tiras de lentejuelas.
Como hay que aprovechar el espacio, la parte de la superior de la vitrina sirve para colocar los carretes de hilo.
Un maniquí, bocetos colgados en las paredes y cajas donde guardar plumas, flores y otros adornos enmarcan la ventana.
La mesa redonda (la tapa de una caja sobre un portavelas) es el corazón del estudio, y al fondo, un maniquí de cuerpo entero apodado "Lulu" exhibe una de las creaciones para su próximo desfile.
Espero que os haya gustado este sencillo diorama y mi pequeña diseñadora, pero aún hay algo más que quiero enseñaros. Junto con Joana, mi hermana me regaló un precioso libro de fotografías de Barbie. Os dejo algunas fotos para que al menos os hagáis una idea de su contenido. En mi opinión, es realmente inspirador.
¡Besos para tod@s y feliz fin de semana!