
Allá por el año 2000, la editorial RBA lanzó al mercado la colección "Barbie, vestidos del mundo", consistente en 60 fascículos, cada uno de ellos dedicado a un país y acompañado por un
outfit relacionado con algún evento importante del mismo. Por supuesto, el tallaje correspondía al cuerpo
TNT, característico de los ochenta y noventa y aunque la calidad dejaba algo que desear, reconozco que me hubiera gustado conseguirla completa. Sin embargo, hube de conformarme con tres modelos, los correspondientes a Austria, Rusia y Egipto, y mirar de lejos los demás.
Afortunadamente, el pasado mes de Septiembre RBA decidió reeditar esa emblemática colección, con pocas modificaciones en el diseño, pero sí en el tallaje, que se corresponde con el actual cuerpo
belly button, más estilizado que el anterior. Sólo me hizo falta un pequeño empujoncito de mi hermana mediana para suscribirme, y lo cierto es que estoy muy contenta de haberlo hecho. Se trata de un pequeño capricho, y el hecho de que cada mes me esté esperando en casa de mis padres un paquete con varios
outfits se ha convertido ya en una ilusión.
Por una parte, tenía muchas ganas de enseñaros todos esos nuevos y coloridos vestidos aquí, o al menos mis favoritos, pero por otra, al llegar a mis manos con bastante tiempo de retraso con respecto a los quioscos, era bastante probable que cuando los enseñara los hubiérais ya visto en otros blogs. ¿La solución? Pues la que siempre proponemos en Barbieholics: echarle algo de imaginación y algún que otro apaño, que hay que amortizar la inversión. Y así fue como me decidí a "tunear" algunos de estos vestidos y crear esta nueva sección viajera que hoy inauguramos. Así que sin más preámbulos, vayamos con este primer capítulo, dedicado a la Madre Rusia.
Barbieholics Viajeros: Rusia
Rusia, con 17.075.400 kilómetros cuadrados, es el país más extenso del mundo, ocupando una novena parte de la tierra firme de nuestro planeta. Se trata de un país transcontinental, a caballo entre Europa y Asia, lo que propicia su amplia variedad climática, biológica y cultural. Su capital, Moscú, situada en la zona más occidental del país, es el primer destino de Barbie. ¿Y cómo acudir vestida a una de las ciudades más frías del mundo?
En teoría, ahora debería mostrar la foto del conjunto original correspondiente a Rusia, pero debido a un error de organización, no me es posible hacerlo. Podéis verlo
aquí, en el original blog Dolls Crazy House. Y para que os hagáis una idea más detallada del vestido, os dejo una foto de la versión de año 2000, que aunque en color azul (en lugar del rosa fucsia del actual) conserva el mismo diseño.
Es precisamente ese diseño en forma de campana el que no me convencía, así que me decidí por un cambio radical, y lo convertí en un mono de inspiración cosaca. También pensé que los tirantes no tenían mucho sentido, así que añadí unas mangas abullonadas y un cuello de piel a juego con los ribetes del abrigo. Por lo que respecta a éste, el cambio no fue tan radical, apenas unas puntadas para eliminar también la forma de campana y estilizarlo un poco para que se ajustara de forma más natural al mono. Un cinturón-corpiño y un par de botas altas completan el conjunto. Podréis ver el resultado en un momento, pero ¿por dónde iba? Ah, sí. Barbie en Moscú.
Por supuesto, uno de los primeros lugares que visitó fue la famosa Plaza Roja, donde pudo admirar las coloridas torres de la Catedral de San Basilio. ¡Realmente parecían sacadas de un cuento! Y por cierto, ¿sabíais que la denominación de "roja" no tiene que ver con los ladrillos rojos que la rodean, ni con el comunismo, sino con una antigua acepción de ese adjetivo en ruso, que significa "bonita"? En mi opinión, lo de bonita se queda bastante corto...
Otro lugar emblemático que Barbie no quiso perderse fue el Metro de Moscú, conocido como el palacio subterráneo. La estación Kievskaya, construida en los años cincuenta, es sin duda la más popular.
Alejados ya del bullicio de la ciudad, en pleno parque Sokolniki, Barbie aguantó estoicamente una sesión de fotos bajo cero para poder ofreceros estas imágenes del invierno moscovita.
Por último, y desafiando el frío, una foto del vestido reconvertido en mono cosaco.
La parte del cuello no me convence mucho, pero creo que la inferior ha ganado con el cambio. Y vosotr@s, ¿qué pensáis? ¿Os ha gustado el cambio o preferís el original? ¿Me atrevo con más vestidos tuneados o debo dejarlos tal y como vienen? ¡Se aceptan sugerencias!
¡Besos para tod@s y feliz fin de semana!
P.D. No puedo resistirme a enseñaros el regalo de Alba, del blog
El Baúl de Sorpresas de Alba, por nuestro segundo blogversario. ¡Muchas gracias, nos ha encantado!