lunes, 16 de mayo de 2011

H & L Doll Houses

Hace unos días encontré en el buzón un folleto sobre H & L Doll Houses, una empresa especializada en diseñar, construir, restaurar y/o habilitar casas de muñecas. Al parecer acaban de llegar a España, así que a modo de oferta de presentación ofrecían una visita, el diseño del proyecto y el presupuesto totalmente gratis. Como ando detrás de mi marido para que me compre una vitrina Billy de Ikea donde alojar a mi cada vez más numeroso grupo de inquilinas, decidí concertar una cita con ellos a través del correo electrónico que facilitaban. Supuse que podrían darme algunas buenas ideas. Y para que negarlo: me picaba la curiosidad... y era gratis. ¿Qué más podía pedir?

Así que esta tarde, cuando sonó el timbre, estaba bastante emocionada. Al abrir la puerta, me encontré cara a cara (¿o más bien rodilla a cara?) con un chico bien parecido, que con un fuerte acento británico y un español bastante macarrónico se presentó como uno de los socios de la empresa.


Lo cierto es que al verle una lucecita se encendió en mi cabeza, pero en cuanto comenzó a enseñarme las fotos de sus proyectos, la apagué y me centré en aquellos fabulosos diseños. Fue un gran error, ya que unos minutos más tarde, un fuerte grito perforó mis tímpanos.

-¡¡¡Tú!!! ¿¿¿Se puede saber qué haces aquí??? ¡¡¡Te dije que no quería volver a verte en toda mi vida!!!

Barbie había aparecido de repente, y sus ojos brillantes y su tez encendida indicaban que el chico, quienquiera que fuese, estaba en serio peligro. Bueno, el chico y cualquier persona u objeto en un radio de diez metros.

-¡Barbie, amor mío! ¡Sabía que te encontraría! Me enteré de que te habías venido a vivir por aquí y llevo buscándote de casa en casa desde entonces... -gimió.

Barbie ni siquiera le escuchó. Se dio la vuelta y se alejó corriendo escaleras arriba. Cuando iba a pedirle disculpas (y explicaciones) a mi visiblemente turbado invitado, Scarlett y Petunia llegaron de su cita en el salón de belleza. Ambas se quedaron petrificadas en la puerta del salón, Scarlett con una irónica sonrisa en los labios, y Pe como la que acaba de recibir un puñetazo en el estómago. Entonces la lucecita volvió a encenderse en mi cabeza... y explotó como una supernova.

-Eres Tommy, ¿verdad? Tommy Hilfiger... ¡¿se puede saber qué haces en mi casa?! -le espeté.

-No te preocupes -me interrumpió Pe, con la voz algo temblorosa-. Para mí ya no significa nada -consiguió decir antes de desaparecer por el mismo camino que Barbie, seguida por Scarlett.

-Yo... lo siento, no pretendía... -Tommy comenzó a explicarse-. Recibí un email de alguien llamado I. Q., en el que sin darme más explicaciones me decía que Barbie estaba aquí, y que me echaba de menos... que me perdonaría... No sé cómo pude pensar algo así, después de lo que le hice...

-¿Qué le hiciste? Si no es mucho preguntar... -la verdad es que llevaba tiempo intentando sonsacárselo a Barbie, pero no soltaba prenda.

Sin embargo, Tommy no tuvo la posibilidad de contestar, ya que en ese instante Candela irrumpió en la habitación, llorando como una Magdalena.

-Dios, esto es una casa de locos... ¿se puede saber qué pasa ahora? -le pregunté.

-Un desastre, una hecatombe... ¡una tragedia! -sollozó Candela -. Mi compañero de baile acaba de tener un accidente durante su clase de yoga y le ha dado un ataque agudo de lumbago... Y sólo quedan cuatro días para la gala... ¿A quién voy a encontrar ahora con tan poco tiempo?

-Si no me equivoco, el chico que tienes delante lleva tomando clases de baile de salón desde que tenía doce años... -la cabeza de Scarlett asomaba desde la escalera.

-¿Es eso cierto? -preguntó Candela, esperanzada.

-Sí, pero... -titubeó Tommy.

-¡Me vale! -le interrumpió Candela mientras lo tomaba de la mano y lo arrastraba hacia el patio trasero -¡Vamos, tenemos mucho que ensayar!


Busqué a Scarlett esperando una explicación, pero ya había desaparecido. Un montón de preguntas se agolpaban en mi cabeza. ¿Por qué había aparecido Tommy tan de repente? ¿Quién era I.Q. y por qué le había enviado ese email a Tommy? ¿Por qué me han tocado unas chicas tan melodramáticas? Me desplomé sobre el sofá, pensando que aquel era el día más extraño de toda mi vida, mientras el ritmo de un mambo comenzaba a inundar la casa...

9 comentarios:

  1. Jajajajaja, qué buen rato, jajaja, con el primer grito de Barbie se me ha encogido el corazón de verdad y luego me he quedado sin saber si todo era broma o en serio (ahí sigo aún, jajajaja)
    Mi Ken y yo bailamos salón, aunque ahora él baila con otras porque yo estoy de baja con el tobillo.
    Espero con ansia la continuación de la historia.
    Bsssssss
    Cloti

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  2. Cloti, tienes suerte con tu Ken, el mío toca el piano, pero de bailar nanai de la China. En cuanto a la historia que protagonizan mis chicas, puedes leerla completa si pinchas en la etiqueta "life bits". Supongo que estas historietas no son más que una forma de recrear mis juegos infantiles, en los que me inventaba mil y una aventuras con mis muñecas. Entre eso, y mi afición a escribir, como para no terminar haciendo una blogonovela...

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  3. uuuu a vuelto Tommy vaya vaya!!! yo quiero ver como baila jejeje y xq habra vuelto¿? ya tengo ganas de saberlo un saludo!!!

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  4. Espero que esto tenga un "continuará". Hay que ver cuantas casualidades tiene la vida. ¿Llegaré a saber que fue de mi Barbie? Se fue de casa hace muchos años porque nuestra relación de amistad se había enfriado. Se fue buscando libertad y quien sabe si a su Ken. Mi pobre Barbie nunca tuvo Ken a pesar de que su primer vestido fue de novia.
    Bss!

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  5. Desde luego, eso es una casa de locos, jajajajaja y pobre Tommy!! Es como una marioneta con tanta arpía alrededor, miedo me dan!!!

    Besitos!!

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  6. Para mi es un poco complicado ese relato, pero lo he entendido mas o menos...y... que ha ocurrido luego???:D

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  7. Sí que continuará... pero tendréis que echarle paciencia jeje

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  8. La cosa está que arde...! Estoy deseando ver qué les pasa a estas cabezas locas.

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  9. Que bueno!!! menuda historia y cuantas preguntas por resolver, esperemos que poco a poco encuentres los porques y claro esta, nos los cuentes, jajajaj.
    Un besote guapa!!!

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¡Gracias por tu valioso tiempo, y tus aún más valiosas palabras!