Elena's Vintage Treasures: Dra. Barbie

Tras calentar pilas con la peluquería y las señoritas Hollywood Hair y Totally Hair, le tocaba el turno a uno de los clásicos noventeros en el catálogo Mattel: la Doctora Barbie, que suponíamos era una pediatra porque incluía, aparte de un surtido maletín, un bebé regordete al que poder auscultar con su sonoro fonendoscopio. La susodicha lucía así de feliz dentro de su caja:

La de Elena, por desgracia, había sufrido también las "atenciones" de su primo, y andaba la pobre descabezada y con el cuello aún en peor estado que su compañera Hollywood. De hecho, para restaurarla tuve que usar tal cantidad de masilla arreglatodo que la cabeza perdió la mayor parte de su movimiento. De todas formas, os puedo asegurar que quedó mejor que como estaba...

A esas alturas del verano yo ya tenía un mono de dioramas que no podía con él. Así que para no hacerle fotos a la Dra. Barbie delante de un fondo liso, le propuse a mi cuñada crear una consulta a escala 1:6. "¡Pero si no tengo nada para hacer una consulta!", me dijo. Le respondí que no se preocupara, que seguro que entre sus compras del mercadillo encontraríamos algo que nos hiciese el avío. Y después de trastear un poco, este fue el resultado de la improvisada consulta:

Como véis, ésta vez utilizamos baldas de estantería blancas para ocultar los azulejos del fondo. Para darle un toque infantil, a Elena se le ocurrió utilizar cinta adhesiva decorada con motivos de Winnie the Pooh (del que es fan total) y algunas pegatinas, y nos encantó el resultado.

El escritorio, el portátil y la silla pertenecen al set Loungin' around de Gabriella, de la saga de películas High School Musical.  Elena lo había adquirido nuevo por un reducido precio, y la verdad es que venía muy completito. Por cierto, la muñeca se ha mudado a mi casa como inquilina, jejeje.

El resto de los objetos sobre la mesa son los originales de la Dra. Barbie, que Elena conservaba en perfecto estado. Parece que la Dra. Barbie está consultando la ficha de su próximo paciente.

 

Como siempre que un bebé llega a la consulta, lo primero que hace la Dra. Barbie es comprobar su peso y talla. Elena no conservaba el bebé original. Éste es el de mi set de Skipper Babysitter, y ya ha sido oficialmente adoptado por mi cuñada.

 

Este precioso peso pertenece al set de 2009 de la Newborn Baby Doctor Barbie. Elena lo adquirió en un lote del mercadillo, pero le faltaba la cesta. Así que aprovechamos la de una mascota fashionista, y con un poco de Blu-tack y un trozo del cordón de un cuelga-móvil nos apañamos una que además hacía juego con el resto del diorama.

Aquí podéis ver el set original, que por cierto me parece monísimo, sobre todo por esa mecedora de la derecha.

Tras pesarlo y medirlo, toca auscultarlo y hacerle una revisión de los reflejos. Para ello, coloca al bebé en el cambiador. Ah, el fonendo de esta chica funciona perfectamente, y al pulsar un botón puedes escuchar los latidos del corazón del bebé. Junto al cambiador, sobre una mesita auxiliar, podemos encontrar algunos juguetes y el maletín de la doctora.

Por cierto, el cambiador en realidad es el mostrador de la Barbie Quiero Ser Repostera de 2008, también una adquisición del mercadillo. 

 

Para convertirlo en el cambiador, tan sólo tuvimos que desencajar la pieza del cartel, y llenarlo con todos los accesorios originales de la Dra. Barbie que Elena conserva (de color azul). Los de color rosa me suenan a Feber, quizá pertenecían a Melli y Zos, los hermanos de Chabel, pero no estoy muy segura.

Por desgracia para este pobre bebé, le toca la vacuna, que la Dra. Barbie le administra sin que le tiemble el pulso.

Y mientras la Dra. Barbie juega con el lloroso bebé para consolarlo, es hora de que nos fijemos en su atuendo. Elena había perdido la bata original, así que ésta la adquirí en la tienda "Barbie, mi pequeño tesoro", mientras que el vestido murió tras el lavado (estaba gastadísimo). Así que como sustituto utilicé el vestido Baby Rocker que le hice a Steffie el verano pasado. Espero dar con el original en el futuro, porque le queda demasiado escotado... y demasiado corto. Los zapatos y los pendientes son los originales, sin embargo el anillo había desaparecido del mapa.

Y hasta aquí este nuevo capítulo sobre los tesoros vintage de nuestra corresponsal malagueña. Espero que lo hayáis disfrutado tanto como nosotras mientras lo hicimos. Y al César lo que es del César: mi papel en esta sesión de fotos se limitó a colocar a la muñeca. Elena fue la artífice de todas ellas, que se tiene que ir entrenando para preparar sus propias entradas jeje... 

¡Besos para tod@s y feliz fin de semana!