Beatriz

No sé si os acordaréis de la donación que me hizo mi cuñada hace algunos meses y a la que dediqué un post. Pues bien, entre las ropas y demás accesorios que me traje para casa se encontraba una Barbie con molde Teresa de la que sólo tenía como referencia un gorro que llevaba cosido a la cabeza. Gracias a ese gorro una (o un) bloguera anónima la reconoció y nos comentó que se trataba de Fruit Style Teresa. Esta chica llevaba desde entonces por casa con la cara llena de manchas y el pelo lleno de greñas, vamos, hecha un cuadro, pero claro, enfrentarse a algo así requería armarse de valor. Pues bien, llegó el día en el que decidí hacer algo con ella y adecentarla a ver si, de este modo, podía integrarse con el resto de las chicas que empezaban a llamarla Lady Churretes. Limpiarle el cuerpo fue fácil, lo peor vino a la hora de lavarle el pelo y peinarla. Tuve que meterle la cabeza en agua hirviendo varias veces y usar un crema suavizante para, mechón a mechón, ir desenredándole las greñas, debido a lo cual, era de esperar, perdió parte de su cabellera. Finalmente llegó el momento en el que le pude meter el peine y pasárselo suavemente sin problema alguno.

Sin embargo el cambio de esta chica no terminó ahí. Debido a los años que ya tenía, algunos de ellos como compañera de juegos de mi sobrina, las articulaciones no se encontraban en buen estado y, además, las piernas las tenía demasiado dobladas, vamos, una Lady Churretes artrítica. Es por ello que decidí que la mejor forma que tenía para volver a lucir era pasar por quirófano. Aproveché que en Hipercor habían puesto a las Fashionistas en oferta para buscar una donante forzosa ya que aún quedaban algunas que no eran swapping. Deseché a Cutie ya que el simple hecho de imaginarme a la cándida Gema donando su cuerpo me producía una gran tristeza así que, sintiéndolo mucho, le tocó a Sassy.

La operación fue más complicada que la realizada a Alex ya que el triple sistema de anclaje de las Fashionistas, del que ya me había avisado Rossetti, dificultó bastante el intercambio de cabezas. ¿Obedecerá esto a una conspiración de Mattel para acabar con la proliferación de Frankendollies? Por que no creo que ninguna niña de entre 3 y 12 años sea capaz de arrancarle la cabeza a una de estas Barbies sin haber tomado algún tipo de anabolizantes previamente. Uhm... corrijo, sí, hay niñas capaces de hacerlo...

En fin, una vez dado el alta, Beatriz, que así se llama la chica, pudo disfrutar se su nuevo cuerpo y no dudó un momento en posar con algunos vestidos.

Además, el día que fui a buscar a la donate de cuerpo alguien más esperaba paciente en la balda superior de la estantería de Fashionistas en oferta...