viernes, 30 de septiembre de 2011

Gema "Winehouse"

La cita de Gema era esa misma noche, y la verdad, no tenía ni idea de qué hacerle. Decidí que lo mejor sería diseñar algo sencillo y cómodo, pero que a la vez dejara a Nacho boquiabierto. Rebuscando en mi bolsa de eco-moda, tropecé con un par de camisetas viejas que me vinieron de perlas para un vestido-camiseta y unos leggins. El vestido-camiseta lo cosí con el escote bastante ancho para que fuera fácil de quitar y poner, y no tener que hacerle ningún cierre. Para que no quedara muy soso, lo pinté con acrílica plateada, y añadí al conjunto un collar largo y un par de pendientes hechos por mí. Con la misma tela de los leggins y un poco de pasamanería blanca le apañé un bolso, y completé el conjunto con zapatos fashionistas morados y un divertido recogido muy del estilo de Gema, que le dio un aire a Amy Winehouse. Bueno, quizá no fue un aire, sino más bien un soplo. De todas formas, la niña estaba como loca con su conjunto nuevo. Y antes de que Nacho viniera a recogerla, nos dio tiempo para una divertida sesión de fotos.
















Ya os cotillearé cómo fue la cita, pero me da que lo de este par ha sido amor a primera vista...

viernes, 23 de septiembre de 2011

Home Sweet Home

Como lo prometido es deuda, aquí os dejo un detallado reportaje de mi casa-vitrina ya terminada. En primer lugar, no os imaginéis nada sofisticado, glamouroso o realista. Me impuse algunas normas a la hora de hacerla, así que por adelantado ya sabía que el resultado no iba a ser nada así. Sin embargo, he disfrutado muchísimo al diseñarla y sobre todo al crearla, y lo mismo a algun@ de vosotros os puede servir algo de lo que he hecho.

Las normas que decidí seguir son las siguientes:
1. Por encima de todo, reciclar y tunear... me hacía ilusión crear cada detalle yo misma.
2. Nada de gastar dinero en muebles de muñeca (aunque si alguien me regala alguna vez el sofá de Jonathan Adler no voy a hacerle ascos, prometido).
3. Las únicas compras permitidas son en los chinos o papelerías/tiendas de manualidades.
4. Nada de monocromía para la casa de mis niñas. Colores tan alegres como ellas, aunque por supuesto combinados con estilo.

Empecemos por el ático, que incluye un altillo con cajas blancas (Kassett para CDs y para DVDs, 2,99 € y 6,99 €, de Ikea, que compré junto con la estantería Billy, 35 €) donde guardar la ropa de Barbie y Ken. Debajo del altillo se encuentra, por supuesto, el vestidor. Para las paredes, utilicé cartulina malva, gris y negra; para el lateral usé una hoja de un cuaderno de scrapbooking que mi hermana pequeña me trajo de Miami. El suelo es un tablero de madera que cortó mi padre y que teñí con una mezcla de betún de judea y aguarrás. Ahí tenéis a Scarlett, que se está preparando para salir a cenar.



No tenía por casa ningún espejo que pudiera aprovechar, así que compré en los chinos dos espejos (1 € cada uno) con el marco de espuma. Los corté, los pegué y los pinté de negro, así quedó un espejo alargado donde las chicas pudieran verse de cuerpo entero.



La estantería la compré hace algunos meses en un chino, ya la vistéis en una entrada anterior (2 €). La pinté de negro y le quité la tapa de cristal. Las cajas-sombrereras las guardaba de unos anillos que me regalaron, y los ositos son las tapas de unos tarros de colonia. Con un trocito de cartulina en forma de tubo apañé un expositor para cinturones y gafas de sol.



Un joyero forrado con tela que tenía rodando por la casa se ha convertido en un cómodo sillón donde poder calzarse. El cojín venía con un reloj, está hecho de cuero y me pareció perfecto sobre el sillón. Sobre los laterales de la estantería y el armario atornillé unos corchetes negros, a modo de colgadores.


Por último, en los chinos compré estos marcos tamaño foto de carnet (0,75€ cada unidad), y por internet busqué imágenes de zapatos Louboutin y Manolo Blahnik's que fueran bien con la decoración del vestidor.


El armario ya lo conocéis, es el que me ayudó a hacer mi padre. Coloqué todas las cajas de zapatos encima para dejar los estantes más despejados, y puse tiradores (chinchetas señalizadoras de los chinos, 0,75 €) en los cajones.


Sobre un trozo de cartulina negra pegué tres corchetes negros para hacer un perchero. La bolsa de compras de Naf Naf la hice con un sobre de los que vienen con botones de repuesto, dos trocitos de cordoncillo y cinta adhesiva.



Pasemos ahora al salón, para el que utilicé cartulina gris, verde y negra, además de otra hoja de scrapbooking. El suelo es otra lámina de madera, esta vez pintada de gris. Quise que el salón fuera un espacio para que las chicas se relajen y descansen, un lugar donde estuvieran cómodas, y ahí están Candela y Carol para corroborarlo.


Candela está leyendo una revista sentada sobre un sillón que en realidad era un reposamóvil de mi marido, que he pegado sobre una tapa de crema de la cara para darle mayor altura. La pequeña estantería ya la visteis en la entrada sobre el cumpleaños de Shelley, y el aparador es la mesa de profesor que fabriqué para Pe con una caja de un juego de lotería. La repinté de negro, marqué el centro para simular unas puertas y pegué dos cuentas a modo de tiradores. En la esquina me gustaría poner una lámpara, pero de momento van a tener que aguantarse con este adorno de ramas. La maceta, al igual que el pie de la mesita auxiliar, están hechos con unos antiguos topes de barra de cortina repintados. La tabla de la mesita es un minicd prehistórico forrado con papel adhesivo.


Esta vez para el marco de fotos elegí una imagen de Shelley con Pobre Oso. Los tarros son dos trozos de madera que encontré entre los cachivaches de mi padre, y las tapas son tornillos. El jarrón es un trozo de tubería que también salió de otra de las cajas de cachivaches de mi padre. Las flores son de Mattel.


Carol, que como podéis ver está ya totalmente integrada en su nuevo hogar, se está poniendo al día sobre sus compañeras en nuestro blog. El sofá y los cuadros ya los conocéis de la fiesta de cumpleaños de Shelley. Los cojines los rehice con un nuevo diseño, ya que en esa ocasión estaban sólo apuntados con unos alfileres. Decidí utilizar la base de la caja de Martini Gold como mesa auxiliar, y la trasera es la tapa del armario de Barbie.


Os dejo una foto del portátil que le hice a las niñas. Pensé que si para los de Mattel cualquier cosa se fabrica con plástico y cartulina, yo podía hacer lo mismo. Se trata de una cajita de esas de obsequio de sombras de Clinique que estaba casi gastada (que bien que lo guardo todo, aunque empiezo a pensar si eso no será uno de los primeros síntomas del Diógenes). Le quité las sombras y pegué las pegatinas con la pantalla y el teclado, et voilà! Un apañado portátil para que las chicas puedan estar al día en la red.


La última habitación es el dormitorio, y teniendo en cuenta que era la que menos me gustaba, tampoco ha quedado tan mal al final. Para forrar las paredes utilicé cartulina roja, negra y dos láminas de scrapbooking. El suelo es una lámina de madera forrada con papel adhesivo que compré en los chinos (1 €). Los muebles son los que Vero me regaló, repintados en negro.


Gema anda con la cabeza en las nubes desde que conoció a Nacho. Ahí la tenéis, peinándose y canturreando más feliz que una perdiz.


Los tarros están hechos con la parte de cristal de tres bombillas, los tapones con cuentas de madera pintadas de rojo. La polvera es la de Leilah.


También aproveché algunos de los objetos de los que me regaló Vero, como esos botes, el cepillo y el peine. El cuelga collares, que no se ve muy bien, es un corchete enorme doblado para que se quede de pie.


El perchero es uno de esos maniquíes para colgar collares. La verdad es que lo tenía guardado, y ha resultado ser el elemento más importante del dormitorio, y el que me dió la combinación de colores que utilicé para las paredes.


El cabecero fue un quebradero de cabeza. En su lugar original quedaba fatal, y la cama era demasiado larga como para ponerla cruzada. Así que al final decidí ponerlo de forma que hiciera las veces de sofá cama. Tuve que rematar el cabecero con un cordón, ya que no traía el encaje original. La colcha y los cojines (excepto el del centro, que es también de un reloj), están hechos con un viejo chaquetón que se me había roto y que no tiré a la basura por si lo podía aprovechar (y mira por donde fue así). La lámpara la hice con un bolín de billar, alambre y cartulina. La pequeña Kitty era un adorno para el móvil, me pareció que quedaba mona ahí encima.



Shelley se ha quedado dormida encima de Pobre Oso. Así parece hasta casi buena, aunque creo que Pobre Oso no se atreve ni a respirar no vaya a ser que se despierte...


Bueno, espero que os haya gustado, y que algo de lo que he hecho os pueda resultar de utilidad. ¡Gracias por leer hasta el final esta entrada kilométrica!

viernes, 16 de septiembre de 2011

It's a kind of magic...

Hace ya algún tiempo que mi marido me llevó al Ikea a por una estantería Billy donde poder guardar a mis muñecas. De momento no me traje las puertas, pero en el futuro quiero ponérselas. En fin, que cuando llegué a casa, toda eufórica, la monté en un ratito y me dispuse a sacar a mis Nenucos, bebés, y un largo etcétera de muñecos que tengo guardados en cajas, con la pretenciosa idea de hacerles un sitio en la flamante estantería. Craso error. Cuando ubiqué las Barbies, no hubo sitio ni para la pobre Nancy con su armario, que se ha tenido que conformar con la azotea de la vitrina. Así que una vez que lo volví a recoger todo (no sin cierta pena), llegué a la conclusión de que habría que convertir todo el espacio en una casa-estantería, así que avisé a Ralph para que viniera y comenzara las "obras" tan pronto como fuera posible.

Como a cualquier persona cuerda, la palabra "obras" refiriendose a la reforma total o parcial de un inmueble, me da escalofríos. Así que como confiaba plenamente en el buen hacer y la experiencia de Ralph (y sabía que Pe no se movería de casa mientras él estuviera allí), decidí quitarme de en medio y marcharme a la playa aprovechando los últimos días de buen tiempo. Gema se ofreció a acompañarme, y nos pasamos el día tumbadas al sol, bañándonos, leyendo, comiendo bocadillos de tortilla y filetes empanados y todas esas cosas que se hacen cuando estás en la playa. Cuando volvimos a casa, pudimos comprobar, asombradas, que casi todo estaba terminado. Y con más asombro todavía, también comprobamos que Ralph no era el único chico en la casa.


-¿Le conoces? -le pregunté a Gema. Pero Gema ya había desaparecido escaleras arriba...

Me acerqué sigilosamente a Ralph, que estaba consultando unos planos, y le señalé al desconocido con disimulo.



-Es Nacho. Se presentó el otro día en la oficina, buscando trabajo. Y como Tommy sigue sin poder poner un pie en esta casa... ¡Eh, Nacho! Esta es la dueña de la casa, Rossetti.

El chico me dedicó una sonrisa y un movimiento de cabeza sin soltar el pincel, totalmente concentrado en su tarea.



De repente escuché un taconeo proveniente de las escaleras. Algo pasó volando a mi lado y se posicionó delante de Nacho.

-¡Hola! He pensado que tendrías sed después de todo el día de trabajo. Hace tanto calor... Por cierto, me llamo Gema.

La última imagen que tenía de Gema era la de una chica con el pelo mojado recogido en una coleta, arena hasta en las orejas, restos de crema en la cara, unos shorts desteñidos y una camiseta dos tallas más grande que la suya. Sin embargo, la Gema que le ofrecía un vaso de agua a Nacho no se ajustaba "exactamente" a esa imagen.



El chico soltó el pincel de inmediato y volvió a sonreir... esta vez visiblemente azorado.

-Esto... ¡gracias! Estaba muerto de sed. Me llamo Nacho.

Ambos se quedaron unos instantes allí parados, sin terminar de soltar el vaso la una, sin terminar de cogerlo el otro. Ralph y yo contemplábamos la escena sin atrevernos a respirar demasiado fuerte. Y es que hay momentos mágicos que es mejor no interrumpir...


-Sé que te parecerá una locura -susurró Nacho (aunque claro, tanto Ralph como yo, que no perdíamos puntada, lo escuchamos perfectamente)- pero... ¿querrías acompañarme mañana al concierto de Barbie and The Punk Ladies?

-¡Creía que ya no quedaban entradas!

-Mi hermana tiene algunos contactos, y me consiguió un par de ellas. Está muy ocupada con su trabajo y no puede venir conmigo, así que...

-¡Me encantaría! ¡Adoro a Barbie and The Punk Ladies!


Dejé a Gema conversando animadamente con Nacho acerca del concierto mientras éste daba los últimos retoques a su trabajo. Al final del día, ya tumbadas en el sofá disfrutando de "El Mago de Oz", me di cuenta de que Gema parecía distraída.

-¿En qué piensas? -le pregunté a la más dulce de mis niñas.

-En que no sé qué ponerme para ir al concierto. ¿Sería posible que me hicieras algo especial?

Eso me pasa por preguntar...

P.D. Pronto os pondré fotitos de cómo está quedando la casa-estantería. ¡Y por supuesto, del nuevo modelito de Gema!

martes, 13 de septiembre de 2011

'Quien con verde se atreve...

...por guapa se tiene' es algo que siempre le he escuchado decir a mi madre, la cual ha usado muchas veces este color para acudir a distintos compromisos familiares, tales como bodas, bautizos y comuniones. Así que cuando encontré un trozo de tela en tono verde en una de las bolsas de retales me pregunté cuál de mis chicas se tendría por guapa y se atrevería a vestir este color ya que, por el tipo de verde que era, me temía que no iba a ser fácil que alguna de las niñas quisiera llevarlo puesto. De hecho, creo que me llevó más tiempo encontrar a la modelo que coser el vestido. Finalmente fue Rahnia la que, sin dudarlo, se enfundó el traje, y es que no hay nada que se le resista a la bella etíope.














viernes, 9 de septiembre de 2011

El Nacimiento de Venus

Cuando hice mi propia Barbie Museum Collection sobre El Beso de Klimt, me propuse hacer otra, esta vez basada en otro de mis pintores favoritos, Sandro Botticelli. Elegí El Nacimiento de Venus por ser uno de los más populares del pintor, aunque al mirar el cuadro para buscar inspiración, me topé con el primer problema.


Y es que usar el pelo como única vestimenta no iba a ser muy del agrado de Becky, quien de nuevo había sido la elegida como modelo (por su melena, para qué mentir). Me dije que después de todo, el vestido solo tenía que estar inspirado en el cuadro, así que tomé algunas ideas como referencia:

-El pelo y/o algún elemento que lo representara, tendría que destacar en el atuendo.

-Venus era la diosa romana del Amor, por tanto lo que quiera que le hiciese debería ser de corte clásico.

-Se puede ir vestida y desnuda a la vez, todo es cuestión de encontrar la tela perfecta.

-Dado que encontrar una concha-peana iba a ser misión imposible, tendría que intentar representar ese elemento tan importante del cuadro de otro modo.

Y tras varios días dudando con el diseño, y una mañana de tijeras, hilo y aguja (mientras veía Lo que el viento se llevó por enésima vez), éste fue el resultado:



El conjunto consta de dos piezas: un vestido con hombro descubierto, de corte clásico, y una capa de bordes ondulados, ambos confeccionados con una tela elástica brillante y ligeramente transparente, que deja entrever las formas de la "Venus" desnuda.


Se supone que la capa, que es independiente del vestido, representa a la concha. Pero claro... sólo se supone, más no le puedo pedir a un trozo de tela unido por un cordoncillo dorado y con un corchete cosido.


Como podéis ver, las lentejuelas representan los mechones de pelo que más se aprecian en el cuadro. Incluí también algunas en el peinado, para darle continuidad. Y sí, de nuevo he disfrutado como una niña chica peinando a Becky. El termoprotector Deliplus ha resultado ser un gran aliado, y me parece que en lugar de con una Barbie, estoy jugando con la Nena Melena: el pelo coge la forma que quieras, desafiando las leyes de la gravedad.


Y claro, una vez que me puse a hacer fotos, no pude parar...




Me gustaría hacer otra Museum Collection y así completar la trilogía como los de Mattel, pero se me está haciendo algo difícil escoger. Ninguno de mis chicos se ofrece para hacer del Hombre de Vitruvio, no me imagino por qué... Por supuesto, se aceptan sugerencias, ¿alguna idea?