Miranda Presley

Tengo que confesarlo. La primera vez que ví a Miranda en la estantería de Barbie Collector del centro comercial puse la misma cara que el primer día que ví a Rahnia, esto es, cara de asco. Mi poco interés por Elvis, ese tupé y tanto brilli-brilli en su outfit me echaban un poco para atrás. Sin embargo dicen que el roce hace el cariño y quizás fueron mis continuas visitas a la sección de Barbie (para desgracia de mi pareja) lo que hicieron que poco a poco me fuera encaprichando de ella, hasta tal punto de incluirla en mi carta de Reyes de este año.

Miranda es... mala. Así, tal cual. Ella no puede evitarlo. Bueno, ni puede, ni quiere evitar ser así, y es que para que existan chicas buenas deben existir chicas como ella. Descendiente de una larga estirpe de villanas como la Reina Grimhilde, Maléfica o Cruella de Vil, a casa ha llegado esta mujer dispuesta a mostrar al resto de mis niñas que no todo es de color rosa pantone.

Además de poseer un tupé que la convierte en la más alta de mis niñas, Miranda tiene un cuerpo pivotal que permite más y mejores movimientos que los cuepos fashionistas. Además, creo que su outfit, otrora muy criticado, puede dar lugar a interesantes creaciones si se combina adecuadamente con otras prendas. De momento os dejo con algunas fotos que me permitió sacarle, para que podáis ir disfrutando de ella.