viernes, 9 de diciembre de 2011

Deck the hall!

Da igual lo que diga El Corte Inglés o el Mercadona. En mi familia, el pistoletazo de salida de las Navidades es el día de la Inmaculada. Cuando era pequeña, esperábamos este día para zamparnos el primer paquete de Hojaldrinas y la primera tableta de turrón de Suchard, y para decorar el árbol de navidad y "recolocar el belén viviente" (esa es otra historia que os contaré más adelante). Nuestro árbol era bastante feito, la verdad. Mis abuelos lo habían comprado en Alemania durante los años que vivieron allí, y decidieron traerselo para España. Supongo que a mi padre le traía muy buenos recuerdos y por eso no lo cambiaba por otro más frondoso. Googleando he encontrado una foto de uno bastante parecido al nuestro, aunque más grande.


A pesar de todo, la cantidad de adornos procedentes de Alemania (algunos eran pequeñas obras de arte, una lástima que no conservemos ninguno), los kilómetros de espumillón, y sobre todo las luces tuneadas por mi padre (había unido varios juegos de colores y les hizo una programación para que se encendieran y apagaran siguiendo distintas pautas) lo convertían a nuestros ojos en algo mágico.

Aunque hace ya varios años que no adorno mi casa (sigo prefiriendo adornar la de mis padres, que es donde al final pasamos casi todas las fiestas), pensé que era injusto que mis chicas no pudieran disfrutar del ambiente navideño. Casualmente, uno de los blogs que sigo (y que sin duda os recomiendo, dedicado a la creación de minis para muñecas y rebosante de arte e imaginación), My Froggy Stuff, dedicó una entrada a tutoriales en video de adornos navideños, e inspirándome en ella, decidí hacerles uno para decorar el salón. Un trozo de cartulina, un espumillón de los chinos, un poco de lazo y algunas cuentas doradas y ¡proyecto terminado!





Gema invitó a Nacho para que le ayudara, y éste demostró tener una paciencia a prueba de bomba con la pequeña Shelley, que insistió en disfrazarse de ángel para adornar el árbol. Sí, ya sé que el de ángel no es precisamente el disfraz más adecuado para mi minipsychokiller, pero a ver quién le pone el cascabel al gato. Yo no, si pretendo que mi casa no sufra ningún estropicio como un incendio en la cocina o una invasión de hormigas asesinas.



Se ve que Nacho va para padrazo. Incluso ayudó a Shelley a adornar la parte más alta del árbol. Gema estaba encantada.



¿Y qué sería de la Navidad sin esa caja de adornos que todos guardamos en el trastero o en el altillo de un armario?


¿Que quién es esta preciosidad? Pues se trata de Celia, la hermana pequeña de Barbie, que ha venido a pasar un tiempo con su hermana. Sus padres quieren que mejore su español y conozca de primera mano la cultura de nuestro país. Según la propia Barbie, la niña es calcadita a ella cuando tenía esa edad. Como véis, disfrutó de lo lindo ayudando a adornar el árbol.

Y a vosotr@s, ¿os gusta adornar vuestra casa en Navidad?
¿Sois de árbol, de Belén o de ambas cosas?

¡Besos y buen fin de semana a tod@s!

martes, 6 de diciembre de 2011

McQueen's Angels III

Tras haber disfrutado del desfile de Lola y Rahnia, todos permanecíamos atentos al escenario en el que pronto iba a aparecer el tercero de los Ángeles de McQueen. El espíritu de la Navidad inundó toda la sala en el momento en el que empezaron a sonar los primeros acordes del All I Want For Chirstmas Is You de Mariah Carey. El tercero de los Ángeles hacía presencia: Gisèle.



A diferencia de los dos anteriores, el conjunto que lucía la francesa estaba claramente inspirado en el bonachón de Santa Claus. Todos coincidimos en que era un modelo bastante acertado para estos días en los que muchos nos preparamos ya la celebración de la Navidad.



El conjunto de Gisèle es un dos piezas realizado en terciopelo rojo, al igual que las botas que complementan el outfit.













Tras finalizar el desfile, tuvimos la posibilidad de disfrutar de los tres Ángeles juntos posando para inmortalizar esta ocasión.





jueves, 1 de diciembre de 2011

LIVin' cool

No tengo ninguna muñeca Liv, pero me chifla su ropa. Es de mucha mejor calidad que la de Barbie (mejores tejidos, terminados de calidad y detalles como botones o tachuelas) y además es de su talla. Así que el día que fui a buscar el regalo del sorteo para Rocío y encontré una oferta de ropa, no pude resistirme.

Decidí combinar mis nuevas adquisiciones con ropa Mattel y crear tres looks para despedir el otoño, cada uno con un estilo distinto.

Para Pat opté por un look romántico, con un toque divertido. Es cierto que parece más primaveral que otoñal, ¿pero quién dijo que el ésta época tiene que ser triste? Excepto los zapatos, que son de Barbie, y el pseudo-paraguas, hecho por mí, el resto del outfit es de Liv. Un gorro, una gabardina, pantalones rojos y un bolso-cesto son perfectos para los días en que a pesar de la llovizna, todavía no se siente el frío del próximo invierno.






Bajo la chaqueta, Pat viste una camisa de tirantes que contrasta vivamente con su piel morena. También podéis observar el detalle de los botones del pantalón.




Se supone que a las pelirrojas no les va el vestir en rojo o rosa. Pero a mí me parece que a Pat le sienta genial este conjunto.




Con Carol he optado por un look urbano de inspiración militar que casa perfectamente con esta piloto de pruebas. Excepto por los zapatos y el pañuelo (de Barbie), el resto del outfit es de Liv. La seriedad de la chaqueta de camuflaje contrasta con la intensidad del fucsia de los adornos y el bolso, que le da un toque femenino.



No sé por qué, pero este conjunto le da a Carol un aire universitario que sorprendentemente encaja con su dura personalidad. Me la imagino en el metro repasando sus apuntes, o sentada en la cafetería saltándose una clase.





Por último, no dudé un instante para vestir a Scarlett con el último look, el más cosmopolita. Por encima de su little black dress, lleva una chaqueta de pata de gallo Liv que he tuneado quitándole la capucha original y transformando ésta en un bolso. Unos buenos zapatos y unas gafas de sol, y ya está lista para una mañana de compras en la gran ciudad. Y como siempre, una vez que comienzo a hacerle fotos a esta chica, no puedo parar.








Un primer plano del bolso-capucha, pelo sintético incluido.




¿Cuál es vuestro look favorito, o el que elegiríais para salir en un soleado día de otoño?

martes, 29 de noviembre de 2011

McQueen's Angels II

Cuando Lola volvió al backstage las luces se apagaron. Todos contuvimos la respiración al ver unos ojos felinos que iluminaban la pasarela. El segundo Ángel hacía su presencia: Rahnia.



Justo cuando comenzaba a caminar por el escenario, las luces se encendieron nuevamente para que pudiésemos admirar a la diosa de ébano. De esta manera pudimos disfrutar del bello contraste que el segundo de los diseños de McQueen, realizado en encaje blanco, hacía con la piel de Rahnia.




Al observar el porte y los andares de la etíope, todos supimos por qué McQueen había incluido a esta belleza entre sus ángeles.







Completaban el conjunto un par de tacones que, aún siendo playline, casaban a la perfección con el estilismo de Rahnia.






Tras su desfile, Rahnia desapareció del escenario para dejar paso al tercer y último de los Ángeles de McQueen.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Devil (not always) wears Prada

Durante una de mis rutinarias sesiones de curioseo por Ebay, me topé con una puja a la que no pude decir no. Lo cual, en mi caso, es bastante significativo: en primer lugar, porque a pesar de visitar la página con asiduidad, no suelo comprar mucho por internet; en segundo lugar, porque las veces en que he adquirido algo, nunca ha sido pujando. ¿La razón? Soy un desastre haciéndolo, se me olvidan las horas de finalización, no le pillo el truco a sobrepujar, en fin... que al final termino dándole al botoncito de Cómpralo ya y me clavan.

Sin embargo, al ver aquella foto, el precio que la acompañaba y el poco tiempo que quedaba para finalizar la puja, me atreví. Y contra todo pronóstico, la gané, además por debajo del límite que me había fijado. Y saltando de alegría por mi casa, le comuniqué a mi marido que era la afortunada dueña de unos Louboutin. A escala 1/6, por supuesto. Y es que a mí no me dará para tener un par, pero para mis chicas pude permitirme el capricho. A más de un@ le parecerá una estupidez, pero realmente me sentía como si la que iba a meter el pie en aquel maravilloso zapato fuera yo. Como una verdadera Cenicienta. Y es que con un par de tacones de tiras plateadas y suelas rojas... ¿quién no se siente una princesa Disney?


Desde luego, la reacción de mis chicas al enterarse de la nueva adquisición no fue precisamente de princesitas recatadas. Abrieron champán y comenzaron a hacerse la pedicura... y a preguntarme quién sería la primera en poder lucirlos.

Obviamente, si hay una norma que tienen clara es que lo que es de Barbie es de Barbieholics, y que todas pueden disfrutar de todo, incluyendo ropa, zapatos y complementos. Pero estrenar unos Louboutin no es algo que se haga todos los días, y pensé que podía sacarle provecho.

-Creo que estaréis de acuerdo conmigo en que lo justo es que los estrene Barbie. Es cierto que no es la más veterana, pero sí la razón por las que las demás estáis aquí.

Las chicas estuvieron de acuerdo, y decidieron echar a suertes el orden en que podrían ponerse los zapatos una vez que Baabi los devolviera a la caja. La afortunada no podía ocultar su emoción, y aproveché para acercarme a ella y lanzarle un órdago.




-Te mereces los Louboutin... pero quizá yo me merezca saber de una vez por todas qué ocurrió entre Tommy y tú para qué sigas rechazando sus ramos de flores y te niegues a dirigirle la palabra después de tanto tiempo. Lo saben Pe, Leilah, Gema, y seguro que alguna más... Prometo no vender la exclusiva al Hola. Ni al Gossip Queens, si es lo que temes.

-Está bien -respondió ella, suspirando-. Iba a contártelo de todas formas. Es sólo que todavía me duele hablar de ello. Pero cambiando de tema. Supongo que unos zapatos nuevos irán acompañados de un nuevo diseño ¿no?

Y suponía bien. Sin embargo, sigo teniendo poco tiempo para ponerme a coser tranquila, lo cual limita mis creaciones a lo que pueda hacer en un par de horas como mucho. Después de varios días cavilando, decidí que el rojo de las suelas Louboutin fuera el color predominante. De este modo, cosí unos leggins y un top con un hombro descubierto, y para darles un toque divertido, utilicé algo de encaje negro para hacer una falda de doble volante, con un frunce asimétrico. A juego con los zapatos, apañé un clutch plateado, y le hice un recogido informal (tipo Blake Lively, es decir, me peino para parecer que acabo de levantarme de una siesta en lugar de venir directamente de la peluquería).















Como véis, el resultado si bien no es muy glamouroso, es bastante divertido, y me pareció un buen contrapunto para los zapatos. Cuando terminamos la sesión y Barbie empezaba a desvestirse, una idea cruzó mi mente como un rayo.

-¡Espera! No te quites todavía la ropa. Dame un minuto. Ahora mismo vuelvo.

Poco después, aparecía con cartulina, tijeras, un trozo de lazo y otro de cola de ratón. Barbie se echó a reír, y me dejó hacer... y aquí tenéis el resultado...






Y es que el Diablo no siempre viste de Prada. A veces viste de Louboutin.



¡Ah! Y Barbie me contó por fin su secreto. Aunque me temo que he prometido no contarlo. Al igual que Gema, yo también valoro mi vida. Y no me extraña que no quisiera que se supiese...