Barbieholics Viajeros: México

En esta tercera entrega de Barbieholics Viajeros, cruzamos el charco hasta el continente americano, concretamente hasta México, o los Estados Unidos Mexicanos, que es su nombre oficial. La cultura mexicana ha sido exportada a todo el mundo. ¿Quién no conoce a los mariachis y sus rancheras, a los Mayas y sus predicciones apocalípticas o los nachos con guacamole? Pero como estáis a punto de comprobar, Mexico es mucho, mucho más...

¿Sabíais que la bandera mexicana encierra la leyenda de su fundación? Yo lo aprendí siendo una niña, viendo la divertida película de Disney "Los Tres Caballeros", en la que se contaba cómo allá por el siglo XII, los mexicas, más conocidos como aztecas, se alejaron de su tierra de origen hacia el lugar donde su dios les había indicado que fundaran su nueva ciudad, destinada a ser un gran imperio. Este lugar estaría marcado por un águila devorando una serpiente sobre un nopal (una pita o chumbera). No fue hasta 1325 que los mexicas pudieron ver dicha señal... ¡en mitad de un lago! Demostraron ser un pueblo voluntarioso, porque sobre dicho lago levantaron la que llegó a convertirse en la capital del Imperio Azteca, Tenochtitlán, y la tercera aglomeración humana más grande del mundo actual: México D.F.

Y hacia allí se dirigió Olivia, nuestra fisioterapeuta gaditana, que ha resultado ser una enamorada de la historia y la cultura mexicanas. Aquí la tenemos en la principal plaza de la ciudad, la Plaza de la Constitución, popularmente conocida como El Zócalo, y llamada así en homenaje a la Constitución de Cádiz de 1812, La Pepa. Para su primer día en tierras mexicanas, Olivia se decidió por un alegre y primaveral modelo made in Xarah Collection. 

Sin embargo, iba a tener que buscarse otro modelo más apropiado para asistir a la fiesta a la que había sido invitada, un festival de rancheras organizado por unos amigos. El atuendo de charro o ranchero, característico de los mariachis, es de los más conocidos fuera de las fronteras mexicanas, y tiene también su versión femenina:

 

Sin embargo, es mucho más típico que las mujeres vistan de adelitas. Las adelitas o soldaderas fueron mujeres que participaron de forma activa en la Revolución Mexicana, como enfermeras, cocineras o soldados. Aquí podéis ver a una de ellas, la señorita Herlinda Wong Perry, que sí, tenía ascendientes orientales.

Hoy el atuendo de adelita se ha diversificado bastante, aunque básicamente consta de camisa de mangas cortas o largas, y falda larga con vuelo. Podemos encontrar modelos sencillos...

U otros mucho más elaborados y llamativos...

Obviamente, los de RBA-Mattel han optado por la versión sencillita, aunque reconozco que me encanta.

Consta de un vestido de una pieza que simula ser camisa y falda, sombrero de esparto teñido, una diadema con flores y un cinto o banda. El principal problema es que el vestido venía bastante mal rematado...

 

 
Armada con mis tijeras de manicura, me dediqué a recortar hilos sobrantes, a ajustar cintura y espalda y deseché tanto la diadema como el sombrero. Para darle más vida al traje, decidí confeccionar un rebozo, una pieza de tela rectangular que puede usarse de chal, bufanda o incluso para cargar fardos o llevar a un bebé. Los hay muy elaborados, verdaderas piezas de artesanía, pero yo tuve que apañarme con lo que tenía en mi caja de costura y me quedó bastante sencillito. Cuando forma parte de un atuendo de adelita, el rebozo suele llevarse enrollado en los brazos (o atado al costado en el caso de ir a caballo). En lugar del sombrero, opté por un recogido de trenzas y un puñado de coloridas flores. Y aquí tenéis el resultado...

Cuando una adelita va a caballo, puede usar botas de montar, pero cuando va a pie tiene que calzar botines abotonados. Como no disponía de unos, tuve que apañarme con unos basics en color blanco para que no desentonaran demasiado. A Olivia esto no parecía preocuparle... ¡estaba encantada con el vuelo de su falda!

Un primer plano mostrando el recogido y las flores que lo adornaban...

¿Soy yo o a esta chica le sienta muy bien el blanco?

Como os he comentado, el rebozo puede usarse de distintas formas. Así que Olivia quiso posar envolviéndose en él, como homenaje a una de sus pintoras favoritas...

Que no es otra que la genial Frida Kahlo...

 

Tras el festival, Olivia se dirigió a las ruinas de Monte Albán, cerca de la ciudad de Oaxaca. Actualmente, el yacimiento forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, y no hace falta explicar por qué:

Pero no fueron sólo las ruinas de esta antigua y poderosa ciudad las que atrajeron a Olivia, sino los preciosos trajes típicos de la zona, conocidos como trajes de Tehuana. Actualmente, el vestido se compone de una camisa de corte rectangular, llamada huipil, y una falda larga rematada por un volante de encaje, ambas piezas profusamente bordadas con motivos florales.

Ya sabéis que yo apenas tengo idea de coser, así que menos de bordar, pero Olivia insistió en vestir su propio traje de tehuana. Claro que se tuvo que conformar con una versión bastante pobre y muy tramposa, en la que utilicé los bordados de un mantón de manila de los chinos. Menos mal que la pobre es muy agradecida y lo disfrutó igualmente.

Si el blanco le sentaba bien, creo que la multitud de colores es que le sienta de maravilla...

Durante el mes de julio tiene lugar el Festival de Oaxaca, y las mujeres tehuanas lucen sus mejores galas en variados actos y bailes. Sobre la cabeza llevan un tocado llamado resplandor, y su historia es bastante curiosa.

Al parecer, originalmente, el atuendo para los días de fiesta de las mujeres tehuanas constaba sólo de la falda, y sobre sus torsos desnudos pintaban coloridas flores. Con la llegada de las estiradas mujeres europeas y sus ideas sobre la moralidad y el decoro, mandan a traer desde sus países de origen camisas hechas de encaje. Las tehuanas, con total naturalidad, pensaron que aquellas prendas servirían para protegerse del sol, así que se las pusieron sobre la cabeza a modo de tocado. De hecho, si os fijáis bien en las fotos, veréis las mangas de la camisa colgando. El resplandor puede colocarse de dos formas, bien al revés, como en la foto anterior, o bien ajustando la cara en el cuello de la camisa, creando precisamente el efecto de un "resplandor" alrededor del rostro.

Frida Kahlo se autorretrató tocada con esta prenda; sobre su frente el rostro de su marido, el pintor Diego Rivera. Fue éste el verdadero impulsor de la característica imagen de la artista, siempre  vestida con sus típicos atuendos mexicanos.

Olivia quiso emular a su pintora favorita, y me obligó a realizar mi propia versión del resplandor. El problema es que no contaba con materiales apropiados, y el resultado fue algo (por no decir bastante) cómico.

Para mí Frida Kahlo fue una mujer inspiradora, si podéis os aconsejo que leáis sobre su vida porque la suya fue una historia de superación que merece la pena conocer y divulgar. Os dejo con la fotografía que fue portada de Vogue México en noviembre del pasado año, y que debió haberlo sido en 1939, cuando la edición francesa de la revista publicó un artículo sobre la artista.

La versión Barbiehólica no consiguió reproducir la fotografía en todo su esplendor, pero me pareció un bonito detalle dedicarle un pequeño homenaje en vinilo a esta gran mujer.

 
Quiero despedirme con la frase que la propia Frida pintó en uno de sus cuadros, poco antes de morir, tras haber soportado insufribles dolores desde su más tierna infancia...

Olivia y yo esperamos que hayáis disfrutado de esta entrada con sabor mexicano. 

¡Besos para tod@s y feliz fin de semana!