Lola

Como os comenté en la entrada en la que os presentaba a Beatriz, el día en el que fui a buscar su nuevo cuerpo alguien más se vino a casa. Justo antes de dirigirme a pagar el cuerpo donante eché un último vistazo a la estantería donde se apilaban las Fashionistas en oferta y... allí, al fondo de la balda superior, mis ojos divisaron una caja cuyo color no llegaba a relacionar con ninguna de las niñas. Mi mente empezó a enumerar los colores cual lista de Reyes Godos (rosa: Glam, morado: Sassy, amarillo: Cutie, rojo: Sweetie, naranja: Artsy y... ¿ese aguamarina?) De repente el corazón me dio un vuelco ¿sería posible que la hubiera encontrado? Alargué la mano y alcancé la caja. Fue como una aparición mariana, allí, en medio de todas las Swappin Style aparecía ante mí Sporty, segunda generación.

No os podéis imaginar la sonrisa de felicidad que iluminaba mi cara. Lo más difícil fue explicar a mi pareja que, en lugar de una Fashionista, me llevaba dos, aunque finalmente acabó aceptando a la nueva chica.

Lola, que así se llama, me comentó que era natural de Córdoba y que le encantaría trabajar en algo relacionado con la moda o la publicidad, de hecho se había presentado varias veces a algún que otro certamen de belleza, sin embargo lo máximo que había conseguido ganar era un concurso de Miss Camiseta Mojada en una discoteca de Benidorm hace ya algunos años.